A través de la Dirección de Medioambiente, Aseo y Ornato, se está aplicando larvicidas para controlar las plagas en quebradas y cauces naturales Comienza la temporada estival y junto con el calor y las olas aparecen los infaltables invitados de cada verano: los molestos zancudos. Es por esto que la Municipalidad de San Antonio, a través de la Dirección de Medioambiente, Aseo y Ornato, está realizando fumigaciones con larvicidas especialmente en quebradas y cauces naturales, como la quebrada Huallipén y la rivera norte del Río Maipo, en este caso se hace con ayuda de personal de la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Vedes. “Estas fumigaciones son parte de las acciones que realiza el programa Control de Vectores de Interés Sanitario. Se comenzó en noviembre y si es que la temporada de zancudos sigue, continuaremos fumigando hasta abril. Al haber muchos zancudos en la temporada estival, por ser puerto San Antonio, tenemos la probabilidad de que llegue el mosquito del dengue y que pueda crecer. La aplicación de larvicida biológico mata a la larva y no afecta a otras especies”, explicó Rosa María Romero, directora del Departamento de Salud Pública y Zoonosis. En Chile existen tres especies de importancia en Salud Pública: Culex (ponen huevos en forma de islas), Aedes (ponen sus huevos en forma individual) y Anopheles (huevos en forma de canoas). El principal hábitat para la reproducción de los zancudos es el agua. Dependiendo de la especie se reproducen tanto en aguas contaminadas como limpias, por ejemplo en pozos negros, desagües, pantanos, canales o acequias estancadas, charcos, estanques domésticos elevados para guardar agua, tranques, piscinas, piletas, canaletas de los techos, agujeros de los árboles, floreros en casas y cementerios, vasijas y otros recipientes desechados, neumáticos viejos, agua de lluvia acumulada en cuentas y otros. Recomendaciones Para evitar que los zancudos lleguen a su casa, la médico veterinaria entregó importantes recomendaciones. En la casa: Eliminar los lugares de reproducción. Limpiar las canaletas de aguas lluvias. Tapar todos los recipientes donde se guarda agua. Cambiar todos los días el agua de los floreros y eliminar en lo posible el agua acumulada innecesaria. Impedir si ingreso: Proteger las ventanas y los sistemas de ventilación con mallas mosquiteras. Usar repelentes y proteger las camas con mosquiteros. En los alrededores de la casa: Eliminar todos los recipientes desechados donde pueda acumularse agua o ponerlos boca abajo. Mantener cortados los macizos de vegetación. Tapar los agujeros de los árboles. Cubrir con mallas los estanques de agua. Sellar los pozos negros y colocar mallas mosquiteras en los tubos de ventilación. Cubrir con malla mosquitera el agua estancada que no puede ser drenada. En el sector donde se ubica la casa: Drenar o rellenar los pantanos, ciénagas, charcos y las acequias o canales con poco uso. Evitar el derramamiento de agua alrededor de las fuentes de agua comunitaria, tranques, piscinas, piletas, etc. En el caso de grandes fuentes de agua, construir obras de irrigación que permitan controlar el nivel del agua y las condiciones de las orillas.