fue donado al Museo de Ciencias Naturales y Arqueología de San Antonio, el pasado 19 de mayo. Los primeros estudios realizados en el Museo, por el investigador y especialista José Luis Brito Montero, permiten indicar que la pieza paleontológica, corresponde a un húmero izquierdo de un ejemplar adulto de una especie de león marino o lobo marino, y probablemente, por el tamaño, a un macho de estos mamíferos marinos.
El análisis y comparación del resto de osamenta fosilizada Otaridae (Familia a la que pertenecen los leones marinos, al interior del Suborden Pinnípedos (focas y lobos) en el Orden Carnívora), hace pensar que inclusive podría pertenecer al mismo género, que el actual lobo marino común o de un pelo (Otaria flavescens) que habita la costa de Chile y que corresponde a la especie muy conocida en la costa de San Antonio, donde inclusive es posible observar algunos ejemplares en la costanera de la ciudad de San Antonio. Es probable y según los primeros estudios practicados al fósil que se trate de una especie de león marino primitivo, muy parecido a la especie actual, aunque tal vez levemente de mayor tamaño que los machos mas grandes que conocemos en la actualidad.
El fósil donado por el pescador Carlos Arancibia a nombre de su hijo, Pedro Arancibia Aguilera, es uno de los escasos restos paleontológicos pertenecientes a lobos marinos encontrados en la costa chilena. Anteriormente se han localizado hallazgos similares en al zona de Caldera, Coquimbo, Bahía salado, Bahía Inglesa pero principalmente pertenecientes a focas primitivas y no a leones o lobos marinos.
Fuente Diario el Proa Regional
Domingo 22 de Mayo de 2011